-. Al Oeste de la capital .-

Las tierras donde hoy se ubica el barrio de Liniers, eran parte del pago de La Matanza.
Por sucesivas ventas y donaciones parte de ellas, las más cercanas a la actual estación del ferrocarril, quedan en posesión de la Congregación de las Hijas del Divino Salvador, en 1856 se amojonan y en 1875 se funda una casa de ejercicios, una capilla y una escuela.
Las tierras ubicadas hacia el este de la estación eran quintas o pequeños campos que con el tiempo van a ser deslindados y amojonados.
En 1857, se realiza el 1º viaje en tren, pero recién en 1872, Francisco Sosa, solicita al ferrocarril la instalación de una parada. Esta lleva el nombre de Liniers a solicitud de las Hermanas por haber sido éste benefactor de la orden.
En 1887, ya convertida Bs. As. en capital, comienzan a trazarse las primeras calles cerca de la estación, designándolas con números, la 1, 2, y 3 de norte a sur, la 4, 5, y 6 de este a oeste, siendo la 1 la actual Cuzco.
El trazado de la actual Gral. Paz , señala el límite oeste del barrio.
En la esquina de J.L.Suárez y Rivadavia se encontraba la pulpería La Blanqueada, lugar de reunión de troperos, gauchos, lecheros, baqueanos, etc. y ya en 1892 se comienza la construcción del templo dedicado a San Cayetano,...”en un espacio largo y amplio que daba a la calle Cuzco, entre el Convento y colegio y la Residencia, se lo construye de una sola nave, dejando a ambos lados un lugar para una futura edificación de dos naves”....
El estilo del mismo es más bien románico, con arcos y pilastras apropiadas a éste estilo, simulando en los mismos columnas con capiteles jónicos. Así el primer templo que fue modificado hasta el que vemos en nuestros días.
Es interesante conocer la historia de San Cayetano, oriundo de Lombarda, Italia.
Nacido en una familia pudiente, se hizo sacerdote viviendo siempre para los más necesitados. Fundó un banco donde se cobraban bajos intereses para que los más pobres pudieran obtener créditos contrarrestando la usura que debían pagar en esa época. En general sus fieles, en vez de ofrecerle velas, le llevan ropa y comida para los carenciados, por ese motivo por ser generador de prosperidad se lo venera como Patrono del Trabajo, se festeja su día el 7 de agosto.
En el año 1887 pasa de ser un apeadero a estación de pasajeros, pero los talleres ferroviarios que se habían formado unos años antes se trasladan a Tolosa y regresan al barrio en 1890, bajo propiedad inglesa, ubicándose en los terrenos actuales.
A partir de entonces el crecimiento gira en torno a esta actividad, desarrollándose en sus proximidades uno de los tantos sub-barrios de casas baratas conocido como Ramón Falcón o 1000 casitas con calles que llevan nombres de pájaros o árboles.
Nace también en el mismo el club de fútbol Vélez Sarsfield orgullo del barrio, fundado en 1910. Su monumental estadio José Amalfitani se construyó en 1943 y se remodeló en 1978, para el Mundial de Fútbol. Tiene capacidad para 75.000 espectadores.
Mojón del barrio fue el arroyo Maldonado, el cual recibía el agua de una gran superficie de terrenos, del que era desagüe natural, y se transformaba en una enorme laguna de agua sucia, por ello era pintoresco pero muy temido por sus desbordes y por ese motivo los terrenos adyacentes a él quedaban desvalorizados. Las autoridades decidieron que el arroyo sería entubado, como solución definitiva para los múltiples problemas que ocasionaba su curso a través de una ciudad que se extendía cada vez más 'tierra adentro'. En el año 1929 se comenzó a trabajar en las excavaciones, sobre las cuales se construyó en el año 1936 la actual Av. Juan B. Justo.
La construcción de la Av. Gral. Paz, comenzada en 1937 e inaugurada en 1941, junto con la cercanía de la estación ferroviaria lo convierten en uno de los barrios de transferencia de pasajeros mas importante.
Durante los últimos 15 años gran cantidad de inmigrantes bolivianos se han afincado el él, dándole una particular fisonomía con sus costumbres.
Es también característico el gran movimiento comercial de su principal avenida, Rivadavia, y la tranquilidad del sector residencial, en el cual se conserva en lo posible “sacar la silla a la vereda”.
El próximo 18 de diciembre estará cumpliendo años, recordando la instalación de la estación del tren.
Hasta la próxima,
Arq. Luis Romo.

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