-. CONSIDERACIONES GENERALES DE LAS VISITAS .-

-.Las visitas son grupales (2 o mas personas).-
-.Se realizan a pie o combinando con medios de locomoción públicos.-
-.Tienen una duración de 2 1/2 a 3 horas.-
-.Las mismas pueden desarrollarse en español o inglés.-
-.El importe se abona durante la visita y no incluye la entrada a otros eventos si los hubiera.-
-.El importe de la visita es de $ 20 por persona.-
-.Si a Ud. le interesa otra visita que no tenga fecha fijada, contáctese para programarla.-
Muchas gracias,Arq. Luis Romo.- Leer más...

-. LISTA DE VISITAS GUIADAS .-

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-. PLAZA LAVALLE .-

-.-.Próximo al corazón de la ciudad,cercano al emblema de Buenos Aires,un paseo por un sitio que alberga funciones públicas con los mayores exponentes del desarrollo cultural.-

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-. PALERMO CHICO .-

-.Visita a un sector que combina cuidados espacios verdes con residencias señoriales,en su mayoría embajadas,destacándose también una gran variedad de museos.-


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-. AVENIDA ALVEAR Y RECOLETA .-

-.Quién no habitó nunca su mansión..??,como surgió la Recoleta y su cementerio..??, un viaje que recorre las antiguas y señoriales mansiones de estilo europeo de la Avenida Alvear...



...y un extenso sector parquizado con museos de gran valor artístico.- Leer más...

-. PLAZA CONGRESO CIEN AÑOS : 1910-2010 .-

-.Rincón ubicado en un extremo del eje cívico mas importante de la ciudad, parte de un barrio fundacional, lugar centenario...



...vigilante de situaciones y custodio de poderes.- Leer más...

-. PLAZA DE MAYO .-

-.Paseo por el sitio que fue el núcleo original de la ciudad,escenario de episodios históricos importantes y de grandes concentraciones populares,durante el cual



podremos saber donde estaba el teatro Colón..??,que era la Recova..??,donde estaba el hueco de las Animas..??,como era el Cabildo..?? y muchas curiosidades más.- Leer más...

-. AVENIDA DE MAYO .-

-.Porque se diseñó la Avenida..?..Quién lo solicitó..?..Quiénes construyeron sus edificios..??.., venga, acerquese a éste paseo por la Avenida,..

"pensada por argentinos que querían imitar a los franceses,construìda por italianos y habitada por españoles"...



Sus edificios rememoran historias de emprendedores,visionarios y bohemios.¡Acérquese a conocerlas..!! Leer más...

-. MUSEO DEL BICENTENARIO .-

El Museo del Bicentenario funciona en los restos de lo que fuera la Aduana de Taylor, detràs de la Casa Rosada y posee objetos hallados durante excavaciones arqueológicas como también objetos que pertenecieron a ex presidentes argentinos.


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-. Los trajes españoles de Evita .-

En el año 1946, España sufrió un bloqueo económico debido a la instauración del gobierno de Franco, al cual la O.N.U. consideraba fascista.
No se tuvo en cuenta que hacia poco tiempo el país había salido de una guerra civil muy traumática, con lo cual el más perjudicado era el pueblo español.
Sólo la Argentina no tuvo en cuenta ese bloqueo y envío una gran cantidad de granos, carne y otros insumos a España.
En agradecimiento el pueblo español le obsequió a Eva Perón una colección de trajes típicos de las distintas provincias (50 en total), durante la gira de ésta por Europa en el año 1947.
La colección de trajes, hechos a medida, junto con sus respectivos accesorios, forman parte del patrimonio del Museo Larreta.
En éstas fotos pueden verse algunos de ellos.
Hasta la próxima,
Arq. Luis Romo.


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-. Dos pasajes olvidados .-

PASAJE URQUIZA-ANCHORENA

Proyecto del ing. SANGUINNETTI del año 1921, por pedido de Diógenes de Urquiza Anchorena, conocido también como pasaje “LA MUNDIAL”,por albergar oficinas de ésta empresa como también locales , oficinas y departamentos destinados a renta.
Presenta una fachada académica con balcones adelantados en los pisos intermedios y una cúpula de pizarra.
Permite comunicar Rivadavia con Av. de Mayo, dada la dimensión de la manzana (50 mts.), situación que favorece a que en éste sector de la ciudad exista una gran concentración de pasajes.
Los actuales propietarios son descendientes del dueño original.





PASAJE ROVERANO

El lugar estaba ocupado por un edificio perteneciente a Angel y Pascual Roverano, que databa de 1878 y cuya entrada estaba ubicada sobre Hipólito Irigoyen.
El mismo poseía 2 plantas con actividades diferenciadas: en planta baja una galería con locales destinados a escribanos y abogados, dada la proximidad de los tribunales que funcionaban en el Cabildo.
El nivel superior estaba destinado a viviendas destinadas a renta, un sector de ellas cae cuando se produce la apertura de la avenida.
El edificio cambia su entrada ppal. hacia ésta, y no es sino hasta 1912 que no se construye la fachada actual y la remodelación general del inmueble.
La misma es encargada por Roverano al arq. GANTNER, quien transforma al edificio en la obra que se ve actualmente: un pasaje con 3 subsuelos, planta baja pública (con locales comerciales destinados a peluquería, tabaquería, lotería, etc.) y 6 pisos destinados a oficinas.
El estilo en el que se inscribe responde al Modernismo en su variante Secesión Vienesa, la cual se hace evidente en la fachada de Irigoyen debida a una expresión funcional a través del hierro y el vidrio.
Por resolución especial en 1915, se autoriza a construir una comunicación entre el edificio y la estación Perú del subte A, la cual puede verse y utilizarse desde el centro de la planta baja.
Hasta la pròxima,
Arq. Luis Romo.





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-. Parque Chas: el barrio recuperado .-

En un principio éstas tierras también pertenecían a la antigua merced de los jesuitas. Cuando son expulsados en 1769, parte de ellas quedan en posesión de don Casto Munita, vecino del pueblo de Belgrano.
Litigios, subdivisiones, quintas, fracciones, son los distintos destinos que van teniendo éstas propiedades, las que cerca de fines del siglo XIX ,así como otras tierras desperdigadas por la zona, son heredadas por el señor Francisco Chas, vecino de éste pueblo y a su muerte pasan a manos de una sociedad presidida por su hijo Vicente.
Comenzada la expansión de Bs As, lo que preocupaba a la Municipalidad eran las extensiones de terreno sin urbanizar ya que entorpecían distintos núcleos urbanos que se iban conformando, para evitar esto se busca a través del aumento de la tasa municipal el fraccionamiento y loteo de las mismas.
Alrededor de comienzos del ´20, la Municipalidad decide abrir una serie de arterias, entre ellas la que luego sería Av. de Los Incas, que comunicaría los pueblos de Belgrano y Flores, pero ésta se hallaba interrumpida por tierras del dr. Chas., también complicaba la situación la formación de una laguna en la esquina de Pampa y Triunvirato, la cual se le intima a su dueño a que la rellene, lo cual ocurre recién en 1923.
De a poco el pasaje se va transformando, aparece el alumbrado público sobre Triunvirato, aprovechando las columnas del tranvía Lacroze, se pavimenta Constituyentes, se adoquina Pampa y otras arterias, los vecinos comienzan a nuclearse en sociedades para conseguir mejoras y Chas decide comenzar a construir.
En 1925 construye 20 casas sobre la calle Pampa entre Triunvirato y Andonaegui, vendibles a plazos y que comenzarán a dar impulso a la zona.
Cuando comienza el loteo y fraccionamiento encarga el proyecto del mismo a 2 profesionales: los Ings. Frehner y Guerrico.
El nuevo trazado combinaba la tradicional manzana combinada con una propuesta radiocéntrica que le da su característica particularidad.
Grandes fueron las oposiciones que tuvo que sortear, sobre todo de los funcionarios municipales, pero fueron los vecinos sus principales aliados.
Algunas propuestas para su aprobación fueron...”evitar la monotonía de las calles rectas”.., ...”fomentar la construcción de viviendas con frente libre”...y la ...”donación del propietario de 6 manzanas para espacios públicos”... (las plazas actuales del barrio, incluida la de la escuela Petronila Rodríguez)...
Gran influencia tuvieron también los remates a cargo de Gerónimo Grosso, verdaderos festivales realizados cada 2 o 3 meses.
Comienza la venta en 1927 en Pampa y Triunvirato y a fines del ´38 en Constituyentes y Los Incas, la política de ventas se basaba en varios puntos: ..”ofrecimiento de 10.000 a 30.000 ladrillos de cal..,..con servicios de cloacas, agua, etc...,veredas y adoquinado pago,...exclusivamente residencial...,...próximo a la estación Urquiza..., tranvías del Lacroze por sus frentes..., espacio libre de 3 m al frente”..., lo que representaba un planteo urbanístico más que un simple remate.
Chas fallece en 1928.De a poco el barrio,...crece.
Crece dependiendo de Triunvirato, lugar obligado para hacer las compras, vía rápida de circulación del tranvía Lacroze y comunicación con Villa Urquiza.
Crece con los hornos de ladrillos que van desapareciendo hacia la década del ´30 y daban trabajo y materiales a los vecinos.
Crece con la escuela Petronila Rodríguez, inaugurada en el 34, con grados inferiores mixtos y superiores de mujeres.
Crece con los vendedores ambulantes de épocas en las que no había heladeras y los animales se conservaban vivos hasta el momento de comerlos.
Crece con el cine Familiar Parque Chas, del 29, sin depender de los de Urquiza.
Crece con la Sociedad de Fomento, fundada por vecinos que comienzan a tomar parte de los problemas del barrio(iluminación, construcción de puentes).
Crece con el club Almagro, que alquilaba terrenos de Chas y atraía gente los domingos y los días de carnaval.
Crece con su trazado laberíntico que en algún punto parecería no dejar que la gente que entra pueda irse.
Crece a pesar de funcionarios que lo desdibujan en otros barrios y quieren quitarle presencia
Y crece cuando recupera su identidad, la de ser un barrio no para perderse, sino para dejarse llevar.
El 29 de setiembre se festeja el día de éste barrio en conmemoración a la aprobación de su trazado por parte de la Municipalidad.
Hasta la próxima,
Arq. Luis Romo.
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-. Villa Crespo .-

Antecedente de ocupación de las tierras de éste barrio, es la que realiza alrededor de mediados del siglo 19, un inmigrante inglés de castellanizado nombre y apellido llamado Juan Malcom. Este señor compra una extensa propiedad a descendientes de Cuelli (el mismo del polvorín en Palermo), cuyos límites eran aprox.: Rivera (actual Av. Córdoba), Av. Estado de Israel, Av. Corrientes y Darwin.
Esas casi 100 manzanas van a formar una de las tantas quintas de la zona y el lugar va a ser conocido con el nombre de Villa Malcom, y alrededor de 1924, ya fallecido su dueño, se subasta en lotes.
Por otro lado, en el año 1888, se decide instalar en la zona comprendida por la manzana de Padilla, Acevedo, Murillo y Gurruchaga, la “Fábrica Nacional de Calzado”, ya que la proximidad del arroyo Maldonado para aprovechar el uso del agua favorecía su funcionamiento.
El 3 de junio se coloca la piedra fundamental, siendo esa fecha la adoptada como fundación del barrio.
Un gran propulsor de ésta industria y el barrio fue Salvador Benedit, quien fomenta y promueve la instalación de los obreros en ésta zona, pasando en poco tiempo a crear un centro comercial muy importante. Fue el principal impulsor de la construcción de la parroquia de San Bernardo y creador del reg. Civil de la zona, la alcaldía, el periódico.
Otro gran impulsor de la zona fue el intendente Antonio Crespo, de quien toma su nombre el barrio.
Una de las primeras construcciones que aún puede verse en pie es el Conventillo El Nacional, mas conocido como Conventillo de la Paloma, que dio origen al sainete de Vaccarezza, en las calles Thames y Serrano.
Inmigrantes de distintas nacionalidades se afincan en el barrio, siendo los más numerosos los italianos, a pesar de lo cual el barrio queda identificado con la colectividad judía.
El lugar presentaba un límite natural, el arroyo Maldonado, de cauce indomable después de una lluvia fuerte, el cual a pesar de haber sido entubado entre las décadas del ´20 y el ´30, no abandona su esencia y sigue provocando inundaciones. Sobre él se construye una avenida con la cual se identifica al barrio, Juan B. Justo.
Otras calles importantes del barrio son las avenidas:
Corrientes que en un principio como boulevard comunicaba el lugar con el centro de la ciudad; Scalabrini Ortiz o Canning, que comunicaba con Palermo;
Warnes, conocida como la calle de los repuestos, era un camino que comunicaba con Moreno y sobre el se ubicaban gran cantidad de herrerías, tal vez antecesores de éste otro comercio.
La expansión y la venta de lotes de la ciudad de Buenos Aires avanza mas rápido que la instalación de la infraestructura de servicios (agua, cloacas, electricidad, etc. ), ante lo cual los vecinos van formando asociaciones que puedan tener más peso sobre los organismos al momento del reclamo. Esto va a repetirse en mayor o menor medida en la formación de los distintos barrios.
Es así que van apareciendo las denominadas asociaciones de fomento o los clubes sociales y deportivos.
Entre los más importantes del barrio pueden contarse:
-Club Social y Deportivo Villa Malcolm, iniciado como lugar de reuniones y bailes, tuvo su equipo de fútbol,
-Club Argentinos Juniors, nacido de un grupo de amigos en Thames al 600 y por problemas financieros tuvo que mudar su cancha y sede de Av . San Martín a su actual ubicación,
-Club Atlanta, si bien no nació en el barrio, la mudanza a él, dejó una marca importante en la gente del barrio, tanto que nombrar a uno es identificar al otro.
Un barrio que tuvo entre sus habitantes y nativos a la bandoneonista Paquita Bernardo, al maestro Osvaldo Pugliese, a Leopoldo Marechal, a Celedonio Flores, a Osvaldo Miranda, entre otros no puede recibir otro calificativo que no sea el de bohemio, y no Palermo Queens como se lo quiere hacer figurar, no para prestigio sino para especulación inmobiliaria.
Hasta la pròxima,
Arq. Luis Romo.
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-. REFRESCOLA, la bebida popular .-

A fines de los años ‘40, un bioquímico de apenas 22 años que trabajaba para una fábrica de Fernet catando bebidas y creando recetas, descubrió el que se consideraba uno de los secretos mejor guardados del mundo: la fórmula de la Coca-Cola. Ni lento ni perezoso, mudó el laboratorio al patio de su casa de Devoto, le ganó el primer juicio del mundo a la multinacional por el uso de la palabra “Cola” y empezó una empresa que en los siguientes veinte años se convertiría en un éxito nacional tan grande que hasta se le atribuía al mismísimo Perón. Y que murió con el desmantelamiento de la industria industrial, los almacenes y el sifón de mesa.
Si esta historia fuera una película, seguramente comenzaría en un laboratorio. Apenas iluminado por la luz mortecina de una bombita de 25 watts, la primera toma mostraría a un científico enfundado en su guardapolvo blanco en el preciso instante en que descubre, por accidente, una valiosísima fórmula secreta. Casi como si hubiera dado con la piedra filosofal del siglo XX, aunque en este caso, en vez de transmutar el plomo en oro, lograra convertir el agua en (algo similar a la) Coca-Cola. Sin embargo, la historia es real y su protagonista se llama Saúl Patrich, el creador de la bebida argentina más popular de los años ‘60: la Refres-Cola.

En 1948, Patrich era un técnico químico especializado en bromatología que, pese a sus escasos 22 años, ya había trabajado para diversas firmas elaboradoras de bebidas como asesor y degustador profesional. Esta experiencia le había permitido desarrollar un “paladar absoluto” y con sólo probar un sorbo era capaz de detectar sus componentes. Tal vez por eso los dueños de Fernet Leocatta, para quienes trabajaba, acudieron a él como su última salvación: su Fernet era un fracaso, pero un distribuidor se había comprometido a comprarles toda la producción si cambiaban de rubro y lograban una imitación de un conocido amargo serrano. “¿Usted puede hacerlo?”, le preguntaron a Patrich, y de inmediato le extendieron un vaso con el producto a emular. El joven técnico hizo un buche y dejó que el líquido recorriera su boca para estimular las papilas gustativas, sopesó sus componentes, realizó unos cálculos mentales, tragó y respondió: “Dénme una semana”.
Luego visitó una herboristería y compró todo tipo de hierbas, las llevó a su laboratorio, las trituró, las maceró en alcohol y elaboró ocho muestras distintas. De una de ellas derivaría el amargo serrano que le habían solicitado y las siete restantes serían descartadas. Pero sucedió algo inesperado: “En la prueba número 6 encontré una pista —recuerda como si narrara una investigación detectivesca—. Al principio no sabía adónde me iba a llevar, aunque intuí que podía ser algo grande; así que me dediqué día y noche a experimentar con esa muestra para ver si podía dar con la clave de ese gusto tan extraño”. Y si bien a él mismo le costaría creerlo, esa pesquisa resultó clave para acercarse al sabor de aquella gaseosa de color negro y nombre raro originaria de los Estados Unidos.
Seis años antes, el lunes 3 de agosto de 1942, Coca-Cola había llegado al país y su primer aviso publicitario se difundía en los principales diarios a página completa. “Usted no olvidará jamás la inefable sensación de frescura y exquisito sabor de Coca-Cola”, decía el spot, pero a la vez advertía: “Eso sí, pídala siempre ¡bien helada!”. Hasta ese momento, el mercado de las gaseosas estaba dominado por Bilz, Pomona y Crush, los chicos tomaban chocolatada Vascolet y deportistas como Juan Manuel Fangio y el futbolista Vicente de la Mata recomendaban Kero, una bebida nutritiva “rica en dextrosa (sic)”.
Para imponerse en el gusto popular, Coca-Cola desplegó una enorme campaña publicitaria que aún continuaba seis años después de su arribo a estas tierras, y de ese modo llegó a manos de quien desentrañaría su preciado secreto: “Una tarde encontré un camión gigante de Coca-Cola en la esquina de casa, en Beiró y Bermúdez”, rememora Patrich, y agrega con una sonrisa: “Había dos chicas lindísimas: una rubia y una morocha repartiendo botellitas. Como no me podía decidir, le pedí una a cada una”. Apenas entró a su hogar, el químico destapó uno de los envases y probó su contenido. “No está mal”, pensó. Era un gusto nuevo, absolutamente original. Guardó la segunda botella y sólo la retiró días más tarde, para llevarla a su precario laboratorio en la fábrica Leocatta y cotejar su contenido con los resultados de su experimento número 6. Allí trabajó día y noche, haciendo innumerables pruebas hasta dar con la fórmula. “Era medianoche —señala don Saúl—, pesé cada hierba por separado en la balanza de precisión y anoté cuidadosamente las cantidades. Luego hice un jarabe con 50 gramos de azúcar, y le agregué acidez tartárica. Mezclé todo, lo diluí con agua y lo probé, lo comparé con la Coca-Cola y grité: ‘¡Lo tengo!’”.

La batalla por el nombre

Al poco tiempo, Patrich dejó su puesto en la firma Leocatta y abrió su propia fábrica... en los dos metros cuadrados que abarcaba el patio trasero de su casa. Allí ajustó su fórmula y preparó varias jarras que dio a probar entre familiares y vecinos.
—Es muy bueno. ¿Cómo se llama? —le preguntaban.
—Refres-Cola —respondía, con el pecho henchido de orgullo.
No obstante, pronto se toparía con un problema. “Yo quería registrar el nombre ‘Refres’ porque consideraba que ‘Cola’ era de uso genérico, pero Coca-Cola se oponía”, afirma. Claro que eso no lo amedrentó, todo lo contrario; y se puso a investigar a su contrincante. “Las bebidas cola son ácidas, y la acidez puede ser cítrica o tartárica, aunque en el caso de la Coca-Cola no detectaba ninguna de las dos”, explica el técnico, a quien le llevó tres años resolver el misterio: “Un día se me ocurrió consultar el código bromatológico de Estados Unidos y vi que ahí estaba permitido el ácido fosfórico. Entonces hice nuevas pruebas y descubrí que ésa era la sustancia responsable de la acidez de la Coca-Cola”.
Con ese dato, descubierto en los fondos de una modesta casa de Devoto, le inició juicio a una de las compañías más grandes del mundo: “Mi argumento era que la marca estaba mal concedida, porque ellos utilizaban ácido fosfórico, que en ese entonces no estaba habilitado por el código bromatológico de nuestro país”. Y debió ser un argumento de peso porque los abogados de Coca-Cola le propusieron llegar a un acuerdo para evitar el juicio. Así, la palabra “Cola” pasó a ser de uso genérico y pudo ser utilizada por otras bebidas.
Los duros inicios
Patrich había ganado la batalla por el nombre, pero ahora tenía que convertirlo en una marca reconocida. Para empezar, la Refres-Cola no era una gaseosa sino un jarabe concentrado listo para ser diluido con soda. De hecho, su etiqueta mostraba una familia tipo con el padre en el acto de accionar un sifón. Sus ventajas consistían en que podía ser utilizada mucho después de abierto el envase, sin perder sus cualidades, y que cada persona podía regular la intensidad del sabor a su gusto, como una gaseosa bajo el concepto “hágalo usted mismo”. Aunque su principal atributo era económico, como proclamaba uno de sus slogans: “Con una botella sola / 40 vasos de Refres-Cola”. Es decir que rendía casi 10 litros por botella. “Y aparte era más saludable —añade don Saúl— porque no contenía ácido fosfórico ni cafeína, que son las sustancias más cuestionadas de la Coca-Cola.” Pese a todo esto, no le fue sencillo imponer una bebida elaborada en el patio de su casa, con una cuba de madera de 200 litros sin bombeador ni filtro, y cuyas botellas eran llenadas, etiquetadas y encorchadas a mano, una por una, por el propio Patrich y sus hermanos.
El primer almacén que exhibió la Refres-Cola estaba en Canning y Warnes. El químico hacía el reparto a bordo del colectivo 124. “Cuando llegaba al comercio dejaba los cajones afuera, me asomaba y gritaba: ‘¡Un cajón de Refres-Cola!’. El dueño me pedía que lo bajara como si tuviera el transporte estacionado en la puerta. Entonces yo salía, esperaba un poco, y volvía a entrar con el cajón”, recuerda risueño. Luego alquiló una camioneta con chofer una vez por semana. La Refres-Cola empezó a ganar clientes y su dueño, dolores de espalda, por cargar los 12 kilos que pesaba cada cajón. Ese moderado éxito lo obligó a trasladar la “fábrica”: tras compartir una planta con otra firma en Haedo, tuvo su primera sede propia en un modesto galpón de Navarro al 4547, equipado con una llenadora de seis picos, una encorchadora manual, una bomba y un filtrador. Las ventas crecieron bastante, pero después se estancaron. Sin embargo, a Patrich le aguardaba un inesperado golpe de suerte.
El enigmático señor Pollak
Una tarde de 1955, el técnico recibió la visita de un desconocido que se presentó como León Pollak, quien le ofreció comprar toda su producción para ser su representante exclusivo.
—¿Pero usted sabe cuál es nuestra producción? —le preguntó Patrich.
—No, pero eso es un detalle menor —contestó Pollak en tono despectivo.
El dueño rechazó la oferta. No obstante, días más tarde, recibió un llamado de Raúl Pereyra, director de la agencia de publicidad Naype: Pollak le había encargado una gigantesca campaña publicitaria para difundir la Refres-Cola y él había preparado afiches para vía pública y tenía reservados espacios en diarios, revistas y radios. Pero Pollak había desaparecido y la agencia quería saber cómo recuperar el dinero invertido. “Lo lamento —se excusó Patrich—. Yo tengo una pequeña fábrica y no puedo afrontar semejante gasto.” Entonces Pereyra le propuso un pacto de caballeros: él asumiría la inversión y si la campaña daba resultado, se cobraría los costos de las ganancias. En cambio, si fracasaba, el químico no tendría que pagar nada.
El slogan ideado por la agencia destacaba la principal virtud de la bebida, era efectivo y hasta admitía cierta belleza poética: “Haga cola con Refres-Cola... y verá que resulta más”. A las semanas, esa frase empapelaba las paredes de Buenos Aires, se leía en los laterales de los tranvías, en las páginas de los diarios y se escuchaba en forma de jingle por las principales radios. La repercusión fue descomunal y la capacidad productiva de la modesta sede de la calle Navarro se vio rápidamente desbordada. “Recibimos tantos pedidos que los camioneros se llevaban las botellas sin etiquetar y pegaban las etiquetas en el camino”, rememora don Saúl.

Auge y caída
Dos años después de esa campaña, el 12 de octubre de 1957, quedó inaugurada la nueva fábrica de Refres-Cola: una planta modelo totalmente automatizada que ocupaba una manzana completa de Ciudadela; y con ella comenzó la edad dorada de la bebida, que se extendió desde fines de los ‘50 hasta principios de los ‘70. De Rivadavia 12120 partían 20 camiones por día a las órdenes de las 28 distribuidoras que hacían llegar la Refres-Cola a todo el país. Los salones de fiestas encargaban damajuanas para preparar sus propias jarras de gaseosa y hasta hubo un pedido de Aerolíneas Argentinas, que en uno de sus vuelos convidó a sus pasajeros con la cola nacional. “Pero se ve que no prosperó porque no volvieron a pedirla”, dice Patrich.
Durante los ‘60, Refres-Cola fue un habitual auspiciante de programas de radio y televisión. Su repercusión fue tal que los memoriosos aún recuerdan el rumor que afirmaba que la bebida había sido un invento de Juan Domingo Perón para amargarle la vida a los capitales foráneos, versión que el técnico desmiente a carcajadas.

Hasta la próxima,
Arq. Luis Romo.
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-. Por la vida contento voy,saboreando el rico...

..,si gente, Mantecol.
Algunos recuerdan cuando en el barrio de Monte Castro, los vecinos decían “nos encontramos en Segurola y Elpidio Gonzalez donde esta Mantecol” (hoy terreno que ocupa el hipermercado Coto).

Todo había comenzado en Grecia, su tierra de origen, donde se lo conoce como jalvá, una golosina hecha con pasta de maní y azúcar. En la Argentina, el jalvá es el Mantecol. Lo patentó Miguel Georgalos hace más de 60 años y nació hace 69 años en éste barrio porteño.

Miguel Georgalos puso su primera fábrica en 1939, en esa esquina barrial. Tenía 25 años, hacía menos de dos que había llegado desde Grecia y no hablaba castellano. Pero intuyó que la tradición repostera de su tierra natal iba a "prender" en Buenos Aires. Sin embargo, testimonios de vecinos adyacentes a Av. Lope de Vega y Jonte comentan que en realidad el invento fue de una persona de origen oriental que hacía esta “pasta dulce de maní” en forma casera en el barrio y el Sr. Georgalos le compró la fórmula a módico precio para poder patentarla y comercializar esta golosina. De todas maneras, estaba en la pista correcta, igual que su compatriota Demetrio Elíades, quien un año antes había abierto una confitería en Mar del Plata: Havanna.

La marca protagonizó uno de los hitos publicitarios de los años 60, cuando un dibujo animado de una exótica barra de amigos atravesó las pantallas de los televisores simulando un trencito, mientras cantaban un jingle tan pegadizo que aún hoy se recuerda: "Por la vida contento voy, saboreando el rico Mantecol".

En el año 2001 una multinacional Cadbury Stani, filial de la inglesa Cadbury Schweppes compraron la marca Mantecol por 25 millones de dólares. Los hijos de Georgalos aceptaron la oferta. Con esos fondos sanearon la empresa para relanzar la empresa con su marca Georgalos que comercializa productos confitados de maní, crocantes, turrones, etc.

En 1992, con la convertibilidad en marcha, la empresa encaró su expansión al Brasil. Firmó un convenio con Lacta y tomó deuda en el mercado para construir una gran planta en Río Segundo. Llegó a tener 1.500 empleados. Pero cuando todo estaba dispuesto, llegó el efecto tequila:

los bancos exigieron la cancelación anticipada de los créditos antes de que Lacta pudiera distribuir un solo Mantecol en Brasil.

Georgalos llegó a deber casi US$ 60 millones y tuvo que pedir el concurso en 1995. Sus ventas anuales, en ese momento eran de $ 40 millones, con el Mantecol a la cabeza, ya que sólo esa marca facturabá entre 12 y 13 millones. Según la consultora Claves, actualmente Mantecol es el único de su género. No tiene competidores.

Hasta la próxima ,
Arq. Luis Romo.
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-. El servicio doméstico a principios del siglo XX .-

Extraído del libro "Los años dorados", de A. Dodero.

..." Buenos Aires, principios del siglo XX. Un hombre de sesenta años, dueño de uno de esos lujosos hoteles particulares que han surgido hace poco tiempo en los nuevos barrios residenciales, recuerda su infancia en la enorme casa colonial de su familia, situada cerca de las elegantes parroquias del sur de la ciudad.

Simplicidad era la palabra clave: en las relaciones humanas; en las tertulias de la noche; en la casa baja de tres patios y en su decoración; en la cocina, donde siempre se preparaban los mismos platos criollos, y en el servicio doméstico, que solía estar compuesto de negros y mulatos, esclavos o libertos, instalados alrededor del tercer patio.

Luego la modernidad llegada de Europa se apropió de la ciudad, que se dejó seducir y quedó sumergida por las olas de inmigrantes. Las clases altas abandonaron la simplicidad colonial en busca del beneficio de una creciente complejización del ámbito doméstico. Se trató de una transformación espectacular, que pareció absolutamente necesaria para demostrar que pertenecían al modelo más fino de la sociedad europea (en particular, de la francesa).

El cambio fue notorio en la organización del personal doméstico, que debía servir a una sociedad ahora sofisticada, sometida a rituales mundanos, lujosos y complejos.

Los negros no desaparecieron enseguida. Victoria Ocampo, nacida en 1890, cuenta que, durante su infancia, "los hijos de los servidores, blancos o negros, que jugaban con nosotros lo hacían en pie de igualdad". Pronto, el personal de antaño se reemplazó, en su gran mayoría, por uno de origen europeo que parecía ser el único capaz de comprender la sutil civilización del Viejo Mundo.

OBJETOS DEL MUNDO

París fue invitada a Buenos Aires. Frágiles objetos de arte adornaron los salones de "boiserie" dorada; una abundante cantidad de vajilla de porcelana comprada en Londres o en París llenaba las alacenas de la despensa, mientras que los placares del señor y la señora desbordaban por la enorme cantidad de prendas de vestir y accesorios.

"Había que cambiarse varias veces, para cada evento mundano del día" Las más sofisticadas recetas europeas se servían en las importantes cenas, donde reinaba una etiqueta impecable. Los niños debían aprender a hablar varios idiomas, de modo de estar preparados para insertarse en las altas sociedades europeas.

Todo esto exigía un personal numeroso y, sobre todo, cada vez más especializado y jerarquizado.

Un ama de llaves que llevaba un pesado llavero colgado en la cintura, símbolo de su jerarquía, tenía la autoridad sobre la administración de la casa y velaba por la disciplina general.

Hacia abajo en la escala jerárquica seguían las nodrizas, que amamantaban a los recién nacidos de la alta sociedad argentina; las niñeras, para los más pequeños y, finalmente, las institutrices de inglés, francés y alemán. La convivencia entre ellas solía ser muy difícil. Victoria Ocampo, con sólo nueve años de edad, escribió en francés a su madre: "Miss Ellis, Miss Krauss y Miss Bonnemason son como verdaderos tigres encerrados en una jaula".

Para el señor de la casa, había un mucamo que realizaba los quehaceres del hogar. Por encima de éste, un mayordomo, que se encargaba especialmente de la ropa y, entre otras tareas, de traerle café o whisky a su patrón.

Al servicio de la señora, había una mucama personal en general, españolas, muchas de ellas gallegas y una lencera francesa o suiza que se ocupaba de la ropa delicada. Una o varias mucamas estaban designadas al cuidado de los niños. Las lavanderas a menudo, italianas y planchadoras, que trabajaban a tiempo completo o parcial,se encargaban de la ropa blanca en general.

Un numeroso personal estaba a cargo de la cocina. El chef francés, italiano o español tenía la responsabilidad de la reputación culinaria de la casa y lo asistían varios pinches o peones.

El trabajo era enorme. Por lo general, el ama de llaves almorzaba y cenaba sola. Se servía una comida para los niños, en compañía de sus niñeras e institutrices, y otra para el personal; en algunas casas, los hombres y las mujeres comían en mesas separadas.

LA HORA DE COMER

Por último, se servía la comida para los dueños de casa y sus invitados. Esta tarea estaba a cargo de varios mucamos de comedor, vestidos de frac (o esmoquin en los últimos años) y con guantes blancos.

Las mucamas de comedor sólo podían servir durante las cenas íntimas de la familia. En el caso de las recepciones, únicamente los hombres se ocupaban del servicio en las mesas. Su presencia debía ser impecable. Tenían que estar afeitados y sin bigote. Algunos dueños de casa no permitían que llevaran anteojos.

Una vez terminado el almuerzo de los amos, se debía preparar la repostería para el té, por lo que la mesa volvería a ponerse pronto.

Al personal afectado al interior de la casa había que sumar el que estaba encargado de las zonas externas. Más allá del portero, estaban los caballerizos, que se ocupaban de los caballos y las carrozas, y usaban galera durante los paseos y las salidas.

Más tarde aparecieron los choferes, vestidos con librea, que esperaban largas horas en los autos. En ocasiones, ellos tenían sus viviendas cerca del garaje.

Era habitual que en algunas casas -en particular las más lujosas- el servicio doméstico estuviera compuesto de unas veinte personas. Una gran parte de los empleados acompañaban a los dueños de casa a Mar del Plata o a las estancias.

María Rosa Oliver recuerda su infancia y los viajes a la chacra de Merlo. Subían al tren toda la familia, la niñera, la institutriz alemana, el ama de llaves irlandesa, dos mucamas, un mucamo, la cocinera y su pinche, la lavandera y la planchadora.

LAS HABITACIONES

En Buenos Aires, el personal femenino de las grandes residencias vivía en las habitaciones que se encontraban bajo la azotea, cerca de los lavaderos y del cuarto de planchar. El personal masculino vivía en los cuartos del subsuelo, donde altas ventanas dejaban pasar la luz y un poco de aire.

La hora de siesta se respetaba, el franco se reducía a medio día, domingo por medio, y las vacaciones anuales no existían.

Sólo quedaba la distracción de un viaje o la reducción de trabajo cuando la familia se ausentaba. El personal doméstico tenía muy pocos gastos personales. En ciertos casos, sus salarios le permitían ahorrar dinero suficiente para comprara una casa y aun una segunda propiedad a fin de poder alquilarla durante su vejez. Aquellos que no pudieron o no supieron asegurar financieramente su vejez fueron, en su mayoría, socorridos e incluso cuidados en la casa patronal hasta sus últimos días. Varios de ellos, lejos de sus familiares europeos, recibieron sepultura en la bóveda de la familia a la que habían servido durante tanto tiempo.

Este paternalismo benefactor y, por cierto, bien intencionado no logró ocultar las frustraciones inevitables, la pérdida de la independencia, la casi obligación de no tener hijos que estuvieran a cargo de ellos y, sobre todo, la lamentable ausencia de toda legislación laboral.

En 1904, el presidente Roca intentó, en vano, que se aprobara el primero y real proyecto de ley nacional laboral en la Argentina, aunque ese proyecto contenía un párrafo que decía: "Las prescripciones de esta ley no se aplicarán al servicio doméstico". La dispersión del personal doméstico y su relación de dependencia no eran las mejores condiciones para poder formar un sindicato.

La vida de los empleados domésticos parecía, entonces, incorporada a dos vidas estrechamente unidas: la de la casa y la de una familia.

Esta unión era celebrada diariamente por medio de un ritual en el que el personal desempeñaba un papel activo.

Sin embargo, no debemos olvidar a aquellos que respetaron el ritual, que lo amaron como un actor ama su papel en un espectáculo que le gusta."....

Hasta la próxima,
Arq. Luis Romo.
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-. El palacio que su dueño no conoció .-


En 1895 contraen matrimonio Juan Antonio Fernández,salteño,de acaudalada familia;y Rosa Irene Anchorena proveniente ella también de una próspera familia.
Cómo toda gente acaudalada de esa época su vida transcurría entre Buenos Aires y las capitales europeas.
A principios de 1900, antes de su partida a París, encargan la construcción de su casa al arq. Edouard Le Monnier,francés,pero de amplia trayectoria en Argentina.

Próxima a su inauguración,alrededor de 1909,estando en París,el señor Fernández sufre un accidente que le imposibilita caminar y toma la decisión de permanecer en esa ciudad y no regresar al país,por lo cual no conoció ni vivió en el palacio que había mandado construir.
Transcurrido el tiempo,hacia la década de 1920,conoce en París al doctor Marcelo T. de Alvear,ya elegido presidente,y le ofrece ese palacio para que lo utilice como residencia presidencial (hasta ese momento no había un lugar fijo),y lo utiliza para ese fin durante 1 año.

El palacio fue luego comprado por la señora Adelia M. Harilaos de Olmos y en 1934 se aloja allí el cardenalPacelli,futuro papa Pío XII, durante su visita para el Congreso Eucarístico.
En 1949 fallece la señora de Olmos,y fiel a su deseo la obra es legada al Vaticano y funciona desde entonces como sede de la Nunciatura Apostólica.
El edificio está ubicado en Av. Alvear 1637 esq. Montevideo y tiene salida por la calle Posadas.
Su estilo responde al eclecticismo francés y su fachada presenta influencias neoborbónicas abarcando una distribución en 3 niveles típico de la época.
Hasta la próxima,
Arq. Luis Romo.
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-. Al Oeste de la capital .-

Las tierras donde hoy se ubica el barrio de Liniers, eran parte del pago de La Matanza.
Por sucesivas ventas y donaciones parte de ellas, las más cercanas a la actual estación del ferrocarril, quedan en posesión de la Congregación de las Hijas del Divino Salvador, en 1856 se amojonan y en 1875 se funda una casa de ejercicios, una capilla y una escuela.
Las tierras ubicadas hacia el este de la estación eran quintas o pequeños campos que con el tiempo van a ser deslindados y amojonados.
En 1857, se realiza el 1º viaje en tren, pero recién en 1872, Francisco Sosa, solicita al ferrocarril la instalación de una parada. Esta lleva el nombre de Liniers a solicitud de las Hermanas por haber sido éste benefactor de la orden.
En 1887, ya convertida Bs. As. en capital, comienzan a trazarse las primeras calles cerca de la estación, designándolas con números, la 1, 2, y 3 de norte a sur, la 4, 5, y 6 de este a oeste, siendo la 1 la actual Cuzco.
El trazado de la actual Gral. Paz , señala el límite oeste del barrio.
En la esquina de J.L.Suárez y Rivadavia se encontraba la pulpería La Blanqueada, lugar de reunión de troperos, gauchos, lecheros, baqueanos, etc. y ya en 1892 se comienza la construcción del templo dedicado a San Cayetano,...”en un espacio largo y amplio que daba a la calle Cuzco, entre el Convento y colegio y la Residencia, se lo construye de una sola nave, dejando a ambos lados un lugar para una futura edificación de dos naves”....
El estilo del mismo es más bien románico, con arcos y pilastras apropiadas a éste estilo, simulando en los mismos columnas con capiteles jónicos. Así el primer templo que fue modificado hasta el que vemos en nuestros días.
Es interesante conocer la historia de San Cayetano, oriundo de Lombarda, Italia.
Nacido en una familia pudiente, se hizo sacerdote viviendo siempre para los más necesitados. Fundó un banco donde se cobraban bajos intereses para que los más pobres pudieran obtener créditos contrarrestando la usura que debían pagar en esa época. En general sus fieles, en vez de ofrecerle velas, le llevan ropa y comida para los carenciados, por ese motivo por ser generador de prosperidad se lo venera como Patrono del Trabajo, se festeja su día el 7 de agosto.
En el año 1887 pasa de ser un apeadero a estación de pasajeros, pero los talleres ferroviarios que se habían formado unos años antes se trasladan a Tolosa y regresan al barrio en 1890, bajo propiedad inglesa, ubicándose en los terrenos actuales.
A partir de entonces el crecimiento gira en torno a esta actividad, desarrollándose en sus proximidades uno de los tantos sub-barrios de casas baratas conocido como Ramón Falcón o 1000 casitas con calles que llevan nombres de pájaros o árboles.
Nace también en el mismo el club de fútbol Vélez Sarsfield orgullo del barrio, fundado en 1910. Su monumental estadio José Amalfitani se construyó en 1943 y se remodeló en 1978, para el Mundial de Fútbol. Tiene capacidad para 75.000 espectadores.
Mojón del barrio fue el arroyo Maldonado, el cual recibía el agua de una gran superficie de terrenos, del que era desagüe natural, y se transformaba en una enorme laguna de agua sucia, por ello era pintoresco pero muy temido por sus desbordes y por ese motivo los terrenos adyacentes a él quedaban desvalorizados. Las autoridades decidieron que el arroyo sería entubado, como solución definitiva para los múltiples problemas que ocasionaba su curso a través de una ciudad que se extendía cada vez más 'tierra adentro'. En el año 1929 se comenzó a trabajar en las excavaciones, sobre las cuales se construyó en el año 1936 la actual Av. Juan B. Justo.
La construcción de la Av. Gral. Paz, comenzada en 1937 e inaugurada en 1941, junto con la cercanía de la estación ferroviaria lo convierten en uno de los barrios de transferencia de pasajeros mas importante.
Durante los últimos 15 años gran cantidad de inmigrantes bolivianos se han afincado el él, dándole una particular fisonomía con sus costumbres.
Es también característico el gran movimiento comercial de su principal avenida, Rivadavia, y la tranquilidad del sector residencial, en el cual se conserva en lo posible “sacar la silla a la vereda”.
El próximo 18 de diciembre estará cumpliendo años, recordando la instalación de la estación del tren.
Hasta la próxima,
Arq. Luis Romo.
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-.Sobre el nombre de La Plata.-



El origen del nombre de la ciudad de La Plata me llamó siempre la atención, aquí 2 opciones que he encontrado:
1)..."Dardo Rocha pronunció las siguientes palabras: «Hemos dado a la nueva capital el nombre del río magnífico que la baña, y depositamos bajo esta piedra, esperando que aquí queden sepultadas para siempre, las rivalidades, l ...os odios, los rencores, y todas las pasiones que han retardado por tanto tiempo la prosperidad de nuestro país"...
2) Los hermanos Hernández, Rafael y José (el autor del Martín Fierro), en su carácter de legisladores , fueron quienes mas trataron de convencer a Dardo Rocha de ponerle a la ciudad el nombre en cuestión. una ardua defensa hizo José basándose en los antecedentes de la República y la geografía patria.Aceptado el nombre por Dardo Rocha, los hermanos concurren a su casa a agradecerle que hubiera colocado el nombre de .." nuestro abuelo: José Gregorio Hernández PLATA "...,llegado como inmigrante. Dicen los cronistas de la época que Rocha tuvo un repentino ataque de furia y corrió a los hermanos a bastonazos, aunque los ánimos luego se calmaron.
Aún me queda la duda .....
Hasta la próxima,
Arq. Luis Romo.
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-.VIRUELA EN EL BARRIO DE MONTE CASTRO.-

“La Abeja Argentina” Nro. 14 _- Buenos Aires, 15 de Junio de 1823.
MEDICINA

p.188: PUSTULA MALIGNA (*). A principios del mes pasado, el tribunal de medicina, como encargado de velar sobre la salud pública, representó al gobierno, que en el Monte de Castro distante tres leguas de esta ciudad, había aparecido la pústula maligna, y pidió que se nombrase una comisión, que trasladándose inmediatamente a aquel punto tomase conocimientos sobre las causas que puedan haber producido dicha enfermedad, y propusiese los medios de destruirlas. El gobierno nombró sobre la marcha a este efecto al prefecto del departamento de medicina y al médico de policía, quienes a su regreso expusieron; que por las nociones que habían adquirido del vecindario de citado punto y sus inmediaciones, la pústula maligna se dejó ver a fines de abril sobre el ganado vacuno, de cuya especie murieron algunos individuos; que el contagio pasó de /
p.189: estos a los hombres, y que en distintas épocas fueron atacadas cuatro personas, de las cuales, de las que dos fueron reconocidas por la comisión en el campo; una ha muerto, y otra existe, curándose, en la ciudad; que tres de ellas habitaban la casa principal, conocida con el nombre de Monte de Castro, y la cuarta en una choza a distancia de tres cuadras de ella.
Sobre las causas de la epidemia, la comisión, expuso; que a distancia de cuatro cuadras al Sur de la casa llamada de Campana, se mata casi diariamente un número considerable de yeguas para la fabricación de su aceite; que extraído éste, se abandonan todos los demás despojos en el campo, los que pudriéndose libremente despiden un olor nauseabundo e intolerable, que se deja sentir a distancias considerables, y que tal es en su juicio la causa de la epidemia, pues ella misma la suele producir en la Europa especialmente en el medio día de la Francia, que de tiempo en tiempo es asolada por esta plaga terrible; que la escasez de aguas de la presente estación secados todos los puntos donde el ganado bebía, lo obliga a recostarse sobre las márgenes de un arroyo permanente, que corre a corta distancia del foco de infección, y que obrando este sobre muchos individuos a la vez, su acción es más segura; que por otra parte ella es reforzada por el matadero que está a espalda del pueblo de San José, que absolutamente carece de policía; que por último la remoción de estas causas haría cesar la epidemia que recién principiaba. El gobierno dio por medio de la policía las órdenes convenientes a este efecto, y el mal se ahogó en su cuna. La enfermedad ha desaparecido totalmente.
Hasta la próxima, Arq Luis Romo.
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-.De Años Viejos y Años Nuevos.-

Tanto desde el punto de vista astronómico como del agrícola, enero es el peor tiempo para comenzar simbólicamente un ciclo agra­rio o Año Nuevo. El sol no se encuentra en un lugar adecuado del cielo, como ocurre en los equinoccios de primavera y otoño y en los solsticios de invierno y verano,los cuatro acontecimientos solares que ponen fin a las estaciones. El traslado de este día sagrado se inició con los romanos.
Según su antiguo calendario, los romanos consideraban el 25 de marzo, comienzo de la primavera, como el primer día del año. Sin embargo, los emperadores y los altos funcionarios alteraron repeti­damente la longitud de meses y años para ampliar el tiempo de sus mandatos. Las fechas del calendario guardaban tan poca sincroniza­ción con los hitos astronómicos en e! año 153 a.C., que para fijar con seguridad numerosas ocasiones de tipo público el Senado ro­mano declaró el 1 de enero primer día del año. A continuación se produjeron nuevas alteraciones de fechas, y para iniciar de nuevo el calendario, el 1 de enero, en el año 46 a.C., Julio César tuvo que prolongar el año hasta 445 días, por lo que se conoce en la historia como “Año de la Confusión”. El nuevo calendario creado por César fue llamado, en su honor, calendario juliano.
Después de la conversión de Roma al cristianismo en el siglo IV, los emperadores siguieron organizando celebraciones de Año Nuevo. Sin embargo, la naciente Iglesia abolió todas las prácticas paganas (es decir, no cristianas), y por tanto condenó estas festividades como es­candalosas y prohibió a los cristianos su participación en ellas. A me­dida que la Iglesia consiguió conversos y poder, planificó estratégica­mente sus propias fiestas para competir con las paganas, en muchas ocasiones aprovechándose de su popularidad. Para rivalizar con la fiesta de Año Nuevo, el 1 de enero, la Iglesia estableció su propia fes­tividad en la misma fecha, la Circuncisión del Señor, que todavía ob­servan católicos, luteranos, episcopalianos y numerosas Iglesias orto­doxas de Oriente.
Durante la Edad Media, !a Iglesia se mantuvo tan hostil al antiguo Año Nuevo pagano, que en las ciudades y países predominantemente católicos esta celebración desapareció por completo, Y cuando perió­dicamente volvía a resurgir, quedaba relegada al olvido en poco tiempo y casi en todas partes. En cierta época, durante la Baja Edad Media. desde el siglo XI al XIII, los británicos celebraban el Año Nuevo el 25 de marzo, los franceses el domingo de Pascua, y los italia­nos el día de Navidad, que era entonces el 15 de diciembre; sólo en la Península Ibérica se observaba el 1 de enero. La aceptación general de esta fecha sólo data de los últimos 400 años.
Hasta la próxima,
Arq. Luis Romo.
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-.De LINYERAS,CROTOS y VILLANOS.-

Cuando la Argentina pasa de país netamente ganadero a prestar atención a la agricultura, al no estar tan difundida ésta debe conseguir personal idóneo.
Es por ello que comienza a reclutar gente entendida en Europa, los cuales al llegar aquí comienzan a trabajar como arrendatarios de la tierra de labranza.
Hete aquí que la tecnología no era tan avanzada, con lo cual la recolección de las cosechas se hacía a mano.

Como aquí nadie o muy pocos tenía idea de éste menester, hubo que contratar braceros en Europa, entre lo paisanos de los mismos chacareros.
Estos trabajadores estacionales , dejaban el invierno de su país, viajaban en barco con pasaje de 3º dos a tres semanas y llegaban a la Argentina a levantar las cosechas. Llegaban en el verano nuestro y volvían a su país en otoño por lo cual se los empezó a llamar GOLONDRINAS. La 1º guerra cambia esto: algunos se radican aquí y otros no regresan. Comienza la sustitución por mano de obra local.
Como la mayoría de los golondrinas quería mantener su paga intacta, comienzan a movilizarse a pie, luego a tomar furtivamente trenes de carga, llevando sus pocas pertenencias en atados que echaban al hombro. Los italianos llamaban a ese atado LINGHERA, voz relacionada con ROPA BLANCA o LINGHERIA.
De ahí a designar a quien llevara esos atados LINYERAS, solo un paso.
Hasta aquí la referencia a una de las palabras.
Resultó ser que la modalidad se generalizó, y luego del armisticio y durante las crisis económicas europeas, muchos hombres buscaban aquí trabajo.
Alrededor de 1920, el gobernador de Buenos Aires, José Camilo Crotto, dispone que 2 braceros puedan viajar gratis en cada vagón de tren que circulara por el ámbito provincial.
Versiones encontradas hay en éste punto, unas dicen debido a enemigos políticos, otros que los hombres quisieron homenajear al gobernador, y las otras que durante las inspecciones policiales al ser descubiertos se les decía ...”Seguí nomás, vos viajás por CROTTO”,..., lo cierto es que desde ese entonces pasa a conocérselos con éste nombre, sinónimo del anterior.
Desgraciadamente con el correr del tiempo el nombre adquirió un carácter distinto al original, mas peyorativo croto que linyera.
Con respecto a la última palabra, VILLANOS, era la derivación de la palabra latina villanus, que significa siervo o campesino, alguien que trabajaba en una plantación.
Al encontrarse éstas retiradas de las ciudades o lugares poblados, eran también sitios frecuentados por malvivientes,que atacaban a la gente que circulaba por esos sitios, al generalizarse en el uso, lleva a cambiar el significado de la palabra. O sea que de un hombre trabajador, con el tiempo se pasa a una mala persona.
Algo parecido a lo que ocurre en algunos casos de la actualidad.
Hasta la próxima,
Arq. Luis Romo.
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-.- EL SERVICIO DOMESTICO DE PRINCIPIOS DE SIGLO XX -.-

Extraído del libro "Los años dorados", de A. Dodero.

..." Buenos Aires, principios del siglo XX. Un hombre de sesenta años, dueño de uno de esos lujosos hoteles particulares que han surgido hace poco tiempo en los nuevos barrios residenciales, recuerda su infancia en la enorme casa colonial de su familia, situada cerca de las elegantes parroquias del sur de la ciudad.

Simplicidad era la palabra clave: en las relaciones humanas; en las tertulias de la noche; en la casa baja de tres patios y en su decoración; en la cocina, donde siempre se preparaban los mismos platos criollos, y en el servicio doméstico, que solía estar compuesto de negros y mulatos, esclavos o libertos, instalados alrededor del tercer patio.

Luego la modernidad llegada de Europa se apropió de la ciudad, que se dejó seducir y quedó sumergida por las olas de inmigrantes. Las clases altas abandonaron la simplicidad colonial en busca del beneficio de una creciente complejización del ámbito doméstico. Se trató de una transformación espectacular, que pareció absolutamente necesaria para demostrar que pertenecían al modelo más fino de la sociedad europea (en particular, de la francesa).

El cambio fue notorio en la organización del personal doméstico, que debía servir a una sociedad ahora sofisticada, sometida a rituales mundanos, lujosos y complejos.

Los negros no desaparecieron enseguida. Victoria Ocampo, nacida en 1890, cuenta que, durante su infancia, "los hijos de los servidores, blancos o negros, que jugaban con nosotros lo hacían en pie de igualdad". Pronto, el personal de antaño se reemplazó, en su gran mayoría, por uno de origen europeo que parecía ser el único capaz de comprender la sutil civilización del Viejo Mundo.

OBJETOS DEL MUNDO

París fue invitada a Buenos Aires. Frágiles objetos de arte adornaron los salones de "boiserie" dorada; una abundante cantidad de vajilla de porcelana comprada en Londres o en París llenaba las alacenas de la despensa, mientras que los placares del señor y la señora desbordaban por la enorme cantidad de prendas de vestir y accesorios.

"Había que cambiarse varias veces, para cada evento mundano del día" Las más sofisticadas recetas europeas se servían en las importantes cenas, donde reinaba una etiqueta impecable. Los niños debían aprender a hablar varios idiomas, de modo de estar preparados para insertarse en las altas sociedades europeas.

Todo esto exigía un personal numeroso y, sobre todo, cada vez más especializado y jerarquizado.
Un ama de llaves que llevaba un pesado llavero colgado en la cintura, símbolo de su jerarquía, tenía la autoridad sobre la administración de la casa y velaba por la disciplina general.

Hacia abajo en la escala jerárquica seguían las nodrizas, que amamantaban a los recién nacidos de la alta sociedad argentina; las niñeras, para los más pequeños y, finalmente, las institutrices de inglés, francés y alemán. La convivencia entre ellas solía ser muy difícil. Victoria Ocampo, con sólo nueve años de edad, escribió en francés a su madre: "Miss Ellis, Miss Krauss y Miss Bonnemason son como verdaderos tigres encerrados en una jaula".

Para el señor de la casa, había un mucamo que realizaba los quehaceres del hogar. Por encima de éste, un mayordomo, que se encargaba especialmente de la ropa y, entre otras tareas, de traerle café o whisky a su patrón.

Al servicio de la señora, había una mucama personal en general, españolas, muchas de ellas gallegas y una lencera francesa o suiza que se ocupaba de la ropa delicada. Una o varias mucamas estaban designadas al cuidado de los niños. Las lavanderas a menudo, italianas y planchadoras, que trabajaban a tiempo completo o parcial,se encargaban de la ropa blanca en general.

Un numeroso personal estaba a cargo de la cocina. El chef francés, italiano o español tenía la responsabilidad de la reputación culinaria de la casa y lo asistían varios pinches o peones.

El trabajo era enorme. Por lo general, el ama de llaves almorzaba y cenaba sola. Se servía una comida para los niños, en compañía de sus niñeras e institutrices, y otra para el personal; en algunas casas, los hombres y las mujeres comían en mesas separadas.

LA HORA DE COMER

Por último, se servía la comida para los dueños de casa y sus invitados. Esta tarea estaba a cargo de varios mucamos de comedor, vestidos de frac (o esmoquin en los últimos años) y con guantes blancos.

Las mucamas de comedor sólo podían servir durante las cenas íntimas de la familia. En el caso de las recepciones, únicamente los hombres se ocupaban del servicio en las mesas. Su presencia debía ser impecable. Tenían que estar afeitados y sin bigote. Algunos dueños de casa no permitían que llevaran anteojos.
Una vez terminado el almuerzo de los amos, se debía preparar la repostería para el té, por lo que la mesa volvería a ponerse pronto.

Al personal afectado al interior de la casa había que sumar el que estaba encargado de las zonas externas. Más allá del portero, estaban los caballerizos, que se ocupaban de los caballos y las carrozas, y usaban galera durante los paseos y las salidas.

Más tarde aparecieron los choferes, vestidos con librea, que esperaban largas horas en los autos. En ocasiones, ellos tenían sus viviendas cerca del garaje.

Era habitual que en algunas casas -en particular las más lujosas- el servicio doméstico estuviera compuesto de unas veinte personas. Una gran parte de los empleados acompañaban a los dueños de casa a Mar del Plata o a las estancias.

María Rosa Oliver recuerda su infancia y los viajes a la chacra de Merlo. Subían al tren toda la familia, la niñera, la institutriz alemana, el ama de llaves irlandesa, dos mucamas, un mucamo, la cocinera y su pinche, la lavandera y la planchadora.

LAS HABITACIONES

En Buenos Aires, el personal femenino de las grandes residencias vivía en las habitaciones que se encontraban bajo la azotea, cerca de los lavaderos y del cuarto de planchar. El personal masculino vivía en los cuartos del subsuelo, donde altas ventanas dejaban pasar la luz y un poco de aire.

La hora de siesta se respetaba, el franco se reducía a medio día, domingo por medio, y las vacaciones anuales no existían.

Sólo quedaba la distracción de un viaje o la reducción de trabajo cuando la familia se ausentaba. El personal doméstico tenía muy pocos gastos personales. En ciertos casos, sus salarios le permitían ahorrar dinero suficiente para comprara una casa y aun una segunda propiedad a fin de poder alquilarla durante su vejez. Aquellos que no pudieron o no supieron asegurar financieramente su vejez fueron, en su mayoría, socorridos e incluso cuidados en la casa patronal hasta sus últimos días. Varios de ellos, lejos de sus familiares europeos, recibieron sepultura en la bóveda de la familia a la que habían servido durante tanto tiempo.

Este paternalismo benefactor y, por cierto, bien intencionado no logró ocultar las frustraciones inevitables, la pérdida de la independencia, la casi obligación de no tener hijos que estuvieran a cargo de ellos y, sobre todo, la lamentable ausencia de toda legislación laboral.

En 1904, el presidente Roca intentó, en vano, que se aprobara el primero y real proyecto de ley nacional laboral en la Argentina, aunque ese proyecto contenía un párrafo que decía: "Las prescripciones de esta ley no se aplicarán al servicio doméstico". La dispersión del personal doméstico y su relación de dependencia no eran las mejores condiciones para poder formar un sindicato.

La vida de los empleados domésticos parecía, entonces, incorporada a dos vidas estrechamente unidas: la de la casa y la de una familia.

Esta unión era celebrada diariamente por medio de un ritual en el que el personal desempeñaba un papel activo.

Sin embargo, no debemos olvidar a aquellos que respetaron el ritual, que lo amaron como un actor ama su papel en un espectáculo que le gusta.".....

Hasta la próxima,
Arq. Luis Romo.
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-. LA FLORESTA .-




Hacia mediados del siglo XIX Buenos Aires no era mas que un irregular rectángulo comprendido entre el río y las actuales Junín, Pasco y Av. San Juan.
Es en ésta época cuando un grupo de hombres decide, apoyado por el Estado de Buenos Aires, formar la “Sociedad del Camino de Hierro de Buenos Aires al Oeste”, para la construcción de un ferrocarril. En 1854 la Legislatura de Buenos Aires, autoriza al Poder Ejecutivo la...”concesión de la construcción de un ferrocarril de 24.000 varas (aprox. 21 kms.) de extensión”...
A comienzos de 1855 se iniciaron los trabajos, terminándose cerca de mediados de agosto de ese año en proximidades del pueblo de San José de Flores, y se hace correr hasta el punto terminal de la línea un tren de ensayo traccionado por la locomotora “La Porteña”.
La fecha de éste acontecimiento queda marcada no sólo como la del primer viaje ferroviario, sino que también va a ser la que dé origen a la formación de un futuro barrio porteño; fecha: 29 de agosto de 1857, barrio: Floresta.
Nacido como “La Floresta”, debido al nombre de un kiosco ubicado en las cercanías de la actual estación (Bahía Blanca y Chilecito) y que servía de recreo a los viajantes, el cual era propiedad del Sr. Soldati.
La zona distaba bastante de ser lo que se ve en la actualidad, era considerada parte de los suburbios y llegar a ella era algo así como una aventura.
Su crecimiento se da en la zona cercana a la plaza Vélez Sarsfield nombre con que será conocida la estación desde 1888 hasta 1944, que recupera su nombre original.
A partir 1880, pasa a formar parte de la Capital Federal, y en un plano de 1892 puede verse el trazado de Floresta como un irregular rectángulo limitado al norte por el arroyo Maldonado, al oeste por la actual Segurola y al sur la chacra de Olivera (actual P. Avellaneda), todo ello rodeado por amplias zonas correspondientes a quintas o sin urbanizar.
No es sino hasta los primeros años del siglo XX que mediante la electrificación del ferrocarril y el tranvía bajen los costos de los boletos y también gracias a la política de inmigración del gobierno, comience a poblarse la zona.
El barrio crece del mismo modo que varios barrios de la ciudad, a pulmón y esfuerzo de los vecinos, nucleándose en sociedades de fomento destinadas a lograr infraestructura para la zona a habitar, alrededor de una plaza o de la estación, la extensión de Rivadavia cercana al tren lleva a que ésta se urbanice rápidamente, los loteos de terrenos en cuotas y con entrega de ladrillos para comenzar a construir, todo eso lleva a que el suburbio vaya adquiriendo la fisonomía de barrio sencillo, tranquilo, trabajador, de sillas en la vereda, charla en la esquina, chicos jugando en sus calles.
Crece también alrededor de lugares o edificios que sin ser hitos significativos de la ciudad le dan identidad a Floresta.....,pero esas son historias para otras notas.
Hasta la próxima,
Muchas gracias,
Arq. Luis Romo.
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-.EL TRAMWAY RURAL.-


En la manzana triangular se ubicaba la estación general del tranway rural.

Tranvía a caballo circulando por una calle de Belgrano.

También conocido como “tramway Rural de la Pcia. de Bs. As”., debe su creación a un emprendimiento del empresario Federico Lacroze, quién a mediados de los años´80 recurre al gobierno de la provncia de Buenos Aires para instalar “...varias líneas de tranvías en la campaña de la provincia, empleando la fuerza de animales de raza caballar....”. Esto transcurre el 29 de abril de 1884.
Se accede al pedido el 2 de octubre de ese año y se firma en La Plata el 4 de febrero de 1886 el contrato definitivo.
El trazado comenzaba arrancando en doble vía desde el terreno designado como asiento de la estación general, la cual lindaba con la estación de Almagro del F.C.Oeste , en la esquina de Rivadavia y Medrano, donde se encuentra la confitería Las Violetas.
El rastro que queda de éste asentamiento es el particular trazado de las calles Lezica y Peluffo.
Tranvía a caballo cruzando la vía del F.C.del Oeste (1902).

Por la denominada “calle sin nombre”, actual Medrano, cruzaba la vía del tren, que todavía cruzaba a nivel, y continuaba hasta Corrientes para doblar a la izquierda y acompañar a las vías que el F.C.Oeste tenía entre Once y el cementerio y se usaban para servicios fúnebres.
La empresa construye donde se encuentra la actual terminal ferroviaria del Urquiza, una estación con caballerizas y depósitos.
Desde aquí y de acuerdo a lo estipulado, giraba a la derecha por la calle Colegiales (actual F. Lacroze), para seguir hasta Santa Fe (actual Cabildo) y por ésta doblar al norte hasta pasar el pueblo de Belgrano, para llegar a Saavedra lugar donde se estableció una estación a poco de cruzar el arroyo Medrano (actual García del Río), sobre la actual Av. San Isidro, lugar del trazado original de ese camino llamado “del Alto”.


Según constaba en el contrato había 2 opciones para continuar la traza hacia su destino final que era Zárate (prov. de Bs.As.), optándose por la de unir al pueblo de San Martín con Chacarita, que era “la línea mas recta”, como aclaraba el contrato.
De allí se continuaba hacia San Miguel y Pilar, quedando esto habilitado en abril de 1888, cubriendo 50 kms. y llegando a Capilla del Señor y Zárate en julio de ese año completando 105 kms.
La principal característica era la de utilizar caballos para la tracción, no fue un tranvía a vapor que se quedó en caballos, sino que al revés, lo cual la llevó a ser la línea de caballos mas larga del mundo (105 kms.).
Se efectuaban varios viajes al día, la mayoría de ellos llegando a San Miguel, Pilar o Capilla y solo uno a Zárate desde Chacarita o Capilla. El viaje duraba poco menos de ..6 horas, lo cual era rápido a comparación del servicio de mensajerías.


Los animales eran renovados en las estaciones-postas distantes unas 3 leguas (15 kms.) una de otra.
Un éxito absoluto resultó el sistema de cargas, ya que permitía a los chacareros cargar en la “esquina de su granja”, llegando los productos a los mercados sin trasbordo alguno.
Dio oportunidad también, a quién pudiera pagarlo, a hacer el viaje a la campaña en su “tranvía dormitorio”, único caso conocido en tranvías a caballo.
En 1891 se registra una innovación trascendente en los métodos de tracción que venía observando hasta entonces la línea de tranvías, pues marca el fin del empleo de los caballos, para iniciar la implementación de las locomotoras de vapor, en principio y luego la tracción eléctrica, pero esas serán historias para otros momentos.
Hasta la próxima,
Arq. Luis Romo.
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