-. Dos pasajes olvidados .-

PASAJE URQUIZA-ANCHORENA

Proyecto del ing. SANGUINNETTI del año 1921, por pedido de Diógenes de Urquiza Anchorena, conocido también como pasaje “LA MUNDIAL”,por albergar oficinas de ésta empresa como también locales , oficinas y departamentos destinados a renta.
Presenta una fachada académica con balcones adelantados en los pisos intermedios y una cúpula de pizarra.
Permite comunicar Rivadavia con Av. de Mayo, dada la dimensión de la manzana (50 mts.), situación que favorece a que en éste sector de la ciudad exista una gran concentración de pasajes.
Los actuales propietarios son descendientes del dueño original.





PASAJE ROVERANO

El lugar estaba ocupado por un edificio perteneciente a Angel y Pascual Roverano, que databa de 1878 y cuya entrada estaba ubicada sobre Hipólito Irigoyen.
El mismo poseía 2 plantas con actividades diferenciadas: en planta baja una galería con locales destinados a escribanos y abogados, dada la proximidad de los tribunales que funcionaban en el Cabildo.
El nivel superior estaba destinado a viviendas destinadas a renta, un sector de ellas cae cuando se produce la apertura de la avenida.
El edificio cambia su entrada ppal. hacia ésta, y no es sino hasta 1912 que no se construye la fachada actual y la remodelación general del inmueble.
La misma es encargada por Roverano al arq. GANTNER, quien transforma al edificio en la obra que se ve actualmente: un pasaje con 3 subsuelos, planta baja pública (con locales comerciales destinados a peluquería, tabaquería, lotería, etc.) y 6 pisos destinados a oficinas.
El estilo en el que se inscribe responde al Modernismo en su variante Secesión Vienesa, la cual se hace evidente en la fachada de Irigoyen debida a una expresión funcional a través del hierro y el vidrio.
Por resolución especial en 1915, se autoriza a construir una comunicación entre el edificio y la estación Perú del subte A, la cual puede verse y utilizarse desde el centro de la planta baja.
Hasta la pròxima,
Arq. Luis Romo.





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-. Parque Chas: el barrio recuperado .-

En un principio éstas tierras también pertenecían a la antigua merced de los jesuitas. Cuando son expulsados en 1769, parte de ellas quedan en posesión de don Casto Munita, vecino del pueblo de Belgrano.
Litigios, subdivisiones, quintas, fracciones, son los distintos destinos que van teniendo éstas propiedades, las que cerca de fines del siglo XIX ,así como otras tierras desperdigadas por la zona, son heredadas por el señor Francisco Chas, vecino de éste pueblo y a su muerte pasan a manos de una sociedad presidida por su hijo Vicente.
Comenzada la expansión de Bs As, lo que preocupaba a la Municipalidad eran las extensiones de terreno sin urbanizar ya que entorpecían distintos núcleos urbanos que se iban conformando, para evitar esto se busca a través del aumento de la tasa municipal el fraccionamiento y loteo de las mismas.
Alrededor de comienzos del ´20, la Municipalidad decide abrir una serie de arterias, entre ellas la que luego sería Av. de Los Incas, que comunicaría los pueblos de Belgrano y Flores, pero ésta se hallaba interrumpida por tierras del dr. Chas., también complicaba la situación la formación de una laguna en la esquina de Pampa y Triunvirato, la cual se le intima a su dueño a que la rellene, lo cual ocurre recién en 1923.
De a poco el pasaje se va transformando, aparece el alumbrado público sobre Triunvirato, aprovechando las columnas del tranvía Lacroze, se pavimenta Constituyentes, se adoquina Pampa y otras arterias, los vecinos comienzan a nuclearse en sociedades para conseguir mejoras y Chas decide comenzar a construir.
En 1925 construye 20 casas sobre la calle Pampa entre Triunvirato y Andonaegui, vendibles a plazos y que comenzarán a dar impulso a la zona.
Cuando comienza el loteo y fraccionamiento encarga el proyecto del mismo a 2 profesionales: los Ings. Frehner y Guerrico.
El nuevo trazado combinaba la tradicional manzana combinada con una propuesta radiocéntrica que le da su característica particularidad.
Grandes fueron las oposiciones que tuvo que sortear, sobre todo de los funcionarios municipales, pero fueron los vecinos sus principales aliados.
Algunas propuestas para su aprobación fueron...”evitar la monotonía de las calles rectas”.., ...”fomentar la construcción de viviendas con frente libre”...y la ...”donación del propietario de 6 manzanas para espacios públicos”... (las plazas actuales del barrio, incluida la de la escuela Petronila Rodríguez)...
Gran influencia tuvieron también los remates a cargo de Gerónimo Grosso, verdaderos festivales realizados cada 2 o 3 meses.
Comienza la venta en 1927 en Pampa y Triunvirato y a fines del ´38 en Constituyentes y Los Incas, la política de ventas se basaba en varios puntos: ..”ofrecimiento de 10.000 a 30.000 ladrillos de cal..,..con servicios de cloacas, agua, etc...,veredas y adoquinado pago,...exclusivamente residencial...,...próximo a la estación Urquiza..., tranvías del Lacroze por sus frentes..., espacio libre de 3 m al frente”..., lo que representaba un planteo urbanístico más que un simple remate.
Chas fallece en 1928.De a poco el barrio,...crece.
Crece dependiendo de Triunvirato, lugar obligado para hacer las compras, vía rápida de circulación del tranvía Lacroze y comunicación con Villa Urquiza.
Crece con los hornos de ladrillos que van desapareciendo hacia la década del ´30 y daban trabajo y materiales a los vecinos.
Crece con la escuela Petronila Rodríguez, inaugurada en el 34, con grados inferiores mixtos y superiores de mujeres.
Crece con los vendedores ambulantes de épocas en las que no había heladeras y los animales se conservaban vivos hasta el momento de comerlos.
Crece con el cine Familiar Parque Chas, del 29, sin depender de los de Urquiza.
Crece con la Sociedad de Fomento, fundada por vecinos que comienzan a tomar parte de los problemas del barrio(iluminación, construcción de puentes).
Crece con el club Almagro, que alquilaba terrenos de Chas y atraía gente los domingos y los días de carnaval.
Crece con su trazado laberíntico que en algún punto parecería no dejar que la gente que entra pueda irse.
Crece a pesar de funcionarios que lo desdibujan en otros barrios y quieren quitarle presencia
Y crece cuando recupera su identidad, la de ser un barrio no para perderse, sino para dejarse llevar.
El 29 de setiembre se festeja el día de éste barrio en conmemoración a la aprobación de su trazado por parte de la Municipalidad.
Hasta la próxima,
Arq. Luis Romo.
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-. Villa Crespo .-

Antecedente de ocupación de las tierras de éste barrio, es la que realiza alrededor de mediados del siglo 19, un inmigrante inglés de castellanizado nombre y apellido llamado Juan Malcom. Este señor compra una extensa propiedad a descendientes de Cuelli (el mismo del polvorín en Palermo), cuyos límites eran aprox.: Rivera (actual Av. Córdoba), Av. Estado de Israel, Av. Corrientes y Darwin.
Esas casi 100 manzanas van a formar una de las tantas quintas de la zona y el lugar va a ser conocido con el nombre de Villa Malcom, y alrededor de 1924, ya fallecido su dueño, se subasta en lotes.
Por otro lado, en el año 1888, se decide instalar en la zona comprendida por la manzana de Padilla, Acevedo, Murillo y Gurruchaga, la “Fábrica Nacional de Calzado”, ya que la proximidad del arroyo Maldonado para aprovechar el uso del agua favorecía su funcionamiento.
El 3 de junio se coloca la piedra fundamental, siendo esa fecha la adoptada como fundación del barrio.
Un gran propulsor de ésta industria y el barrio fue Salvador Benedit, quien fomenta y promueve la instalación de los obreros en ésta zona, pasando en poco tiempo a crear un centro comercial muy importante. Fue el principal impulsor de la construcción de la parroquia de San Bernardo y creador del reg. Civil de la zona, la alcaldía, el periódico.
Otro gran impulsor de la zona fue el intendente Antonio Crespo, de quien toma su nombre el barrio.
Una de las primeras construcciones que aún puede verse en pie es el Conventillo El Nacional, mas conocido como Conventillo de la Paloma, que dio origen al sainete de Vaccarezza, en las calles Thames y Serrano.
Inmigrantes de distintas nacionalidades se afincan en el barrio, siendo los más numerosos los italianos, a pesar de lo cual el barrio queda identificado con la colectividad judía.
El lugar presentaba un límite natural, el arroyo Maldonado, de cauce indomable después de una lluvia fuerte, el cual a pesar de haber sido entubado entre las décadas del ´20 y el ´30, no abandona su esencia y sigue provocando inundaciones. Sobre él se construye una avenida con la cual se identifica al barrio, Juan B. Justo.
Otras calles importantes del barrio son las avenidas:
Corrientes que en un principio como boulevard comunicaba el lugar con el centro de la ciudad; Scalabrini Ortiz o Canning, que comunicaba con Palermo;
Warnes, conocida como la calle de los repuestos, era un camino que comunicaba con Moreno y sobre el se ubicaban gran cantidad de herrerías, tal vez antecesores de éste otro comercio.
La expansión y la venta de lotes de la ciudad de Buenos Aires avanza mas rápido que la instalación de la infraestructura de servicios (agua, cloacas, electricidad, etc. ), ante lo cual los vecinos van formando asociaciones que puedan tener más peso sobre los organismos al momento del reclamo. Esto va a repetirse en mayor o menor medida en la formación de los distintos barrios.
Es así que van apareciendo las denominadas asociaciones de fomento o los clubes sociales y deportivos.
Entre los más importantes del barrio pueden contarse:
-Club Social y Deportivo Villa Malcolm, iniciado como lugar de reuniones y bailes, tuvo su equipo de fútbol,
-Club Argentinos Juniors, nacido de un grupo de amigos en Thames al 600 y por problemas financieros tuvo que mudar su cancha y sede de Av . San Martín a su actual ubicación,
-Club Atlanta, si bien no nació en el barrio, la mudanza a él, dejó una marca importante en la gente del barrio, tanto que nombrar a uno es identificar al otro.
Un barrio que tuvo entre sus habitantes y nativos a la bandoneonista Paquita Bernardo, al maestro Osvaldo Pugliese, a Leopoldo Marechal, a Celedonio Flores, a Osvaldo Miranda, entre otros no puede recibir otro calificativo que no sea el de bohemio, y no Palermo Queens como se lo quiere hacer figurar, no para prestigio sino para especulación inmobiliaria.
Hasta la pròxima,
Arq. Luis Romo.
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